Esto sigue para adelante y ya estamos quemando los últimos cartuchos en China. Estamos ya en la última semana y hoy ha sido de los primeros días realmente tranquilos por aquí. Ya están entregados los ejercicios de historia de China, cultura de negocios y recursos humanos. Ahora, a traer Camuzonía a la China y a rematar esto. USA espera.
Empezamos la semana con tiempo muy flojo, con lluvia que mezclada con la contaminación, da a Beijing un toque de lo más gris y londinense. Como buen vasco, me llevo el paraguas siempre, así que sin problemas ;-). Pero desde ayer ya vuelve a brillar el sol y el calor húmedo y sofocante vuelve a ser parte de nuestras vidas. Esta semana tocaba visita a lenovo, a conocer el gigante asiático de ordenadores:
Todo muy comercial y bien montado para visitas. Un chino que hablaba un perfecto inglés (había estado por USA un par de años) nos llevo por una sala de exposiciones sobre la compañía. Considero que algo sé de ordenadores y esas cosas… Pero con el portátil que se giraba completo hasta convertirse en una tablet flipé. Y recordé mis tiempos en PwC con los ordenadores que tienen para empresa. Incluso manejan equipamiento para misiones espaciales. ¿A qué no sabíais que diseñaron la antorcha olímpica de los Juegos de Beijing 2008?
En clase andamos con un ejercicio de negociación intercultural bastante interesante, el problema que hay sólo 7 chinos para 45 extranjeros… Así que todo es muy latino, jeje. Y aprovechando que el miércoles teníamos libre, pues a ver más templos. En este caso el templo de los lamas de Beijing. Según te acercas ves miles de puestos vendiendo paquetes de 100 barritas de incienso. Y un servidor, inocentemente pensaba que vaya negocio hacían, si quieres poner una barrita de incienso para que vas a comprar 100…
La cosa es que había que quemar 3 barras de incienso por estatua de buda… y echando que había tropecientas estatuas de buda… Pues el paquete de inciensos queda amortizado. Toda la humareda que se ve detrás es incienso ardiendo, y como bien sabéis, especialmente la pirómana de mi hermana, a mi el incienso me marea bastante. Salí un poco verde del templo. La arquitectura al final es muy parecida en todos lados, pero en este caso lo más importante eran las estatuas.
Y los de este templo está claro que eran un poco bilbaínos. El buda de la derecha mide 18 metros de alto, y está sacado de un mismo bloque de madera de sándalo. Como todo lo de Beijing, mu grande.
Y aunque no sea especialmente fan, tocaba hacer algo de shopping, que a la familia hay que comprar algún souvenir (me falta JC, se admiten sugerencias). La policía hizo una redada en los mercados hace una semana pero, ya vuelven a estar a todo tren tras recibir mercancía. Las frases: Loui voutton, guapa, barato barato amiga… Son el mantra constante. Trajes a medida de un día a otro, copias más que decentes de bolsos y carteras de todas las marcas… Todo rodeado de un regateo bastante heavy. Jing me dijo que tranquilamente podía dividir por 10 el precio inicial que me ofrecieran. Trajes ya no necesito, y la ropa es tirando a pequeña, así que tocará quemar la VISA en USA.
Gracias a dios, fui con mujeres porque personalmente acabé agotado. Me acordaba de mi tía volviendo de Thailandia con maletas y maletas llenas. Más de una se ha comprado 10 bolsos para revenderlos en Suramérica. Pero conseguí un par de buenas gangas, especialmente la maleta que en USA creo que acabará bien llena.
18 euros la maleta, tamaño intermedio Samsonite que se hace mochila. Esperamos que no se rompa al primer viaje. ¿Y a que la foto de la izquierda no parece China? Lo que tiene acercarse a la zona occidental, pagas el triple pero todo es más europeo. Eso sí, el restaurante mexicano muy bueno. Y faltaba mostrar el metro, a tope en hora punta con maletas encima. Toda una experiencia. Y sobre todo sentirse muy observado. Un buen momento sardinas en lata en el que te lanzas dentro para hacerte un hueco. Con lo que yo valoro mi espacio personal…
Poco hemos hablado de usos y costumbres chinas. Pero de las que más me despista es que el color verde es contrario en el metro para señalar las paradas. Vamos, que las paradas se van marcando en rojo según pasas y el verde se reduce. Y no entro a hablar de niños con pantalones con el culo al aire para ahorrar trabajo o que en la carretera el vehículo siempre tiene prioridad. ¿Por qué no aprovechar el arcén como nuevo carril? En fin, China. Afortunadamente soy de los que tolero bien la comida de por aquí, y sólo he caído en el McDonalds un par de veces, pero estoy un poco cansadito del arroz. Pero lo de los palillos no se me da tan mal ya. Aunque el otro día la monitora se lo pasó divino viéndome intentar pescar un cacho de cerdo rebelde…
Y llegamos al último fin de semana. El más tranquilo hasta ahora porque casi todo el mundo se ha ido a Shangai. Forzado por las finanzas y las distancias, opté por seguir aprovechando aquí y nos acercamos al Zoo. Y como no, había que ver a las estrellas, los pandas.
Entre dormidos y atontados, pero bueno, pudimos disfrutar de ellos. Había vuelto el calor y algunos animales me dieron mucha pena. El oso pardo estaba a punto del ataque cardíaco de tanto sacar la lengua por el calor. Pero bueno, huimos rápido al McDonalds de enfrente, sobre todo para no derretirnos. Creo que del voluminoso souvenir X que le compré a la individua me voy a acordar todo el viaje…
Y ya que nos escapamos temprano, y andábamos por el centro optamos por acercarnos a tomar unos pintxos. Sí, pintxos. Y no cocina gourmet en miniatura, si no pinchos de madera con animalitos de diversa índole y especie. Por el mercado de Donhuamen había que pasar, parada obligatoria para turistas. Obviamente a los chinos no se les ocurre comer de esto.
Curiosamente, queda cerca de Tiananmen, y pensábamos que había algún problema porque LA PARADA DE METRO ESTABA VACÍA A LAS 17:00! Pero bueno, tras un paseo por la zona (me sigue encantando) tocaba probar esos delicados animalitos.
Pues eso, que había que probar. De los caballitos de mar debo decir que me dieron pena, pero ese pintxo no lo elegí yo. Los escorpiones sabrosos y el saltamontes se me quedó atravesado en la garganta un buen rato. El ala parecía que no quería ser digerida. Pero como bien sabéis, la coca cola lo limpia todo. Y yo cenando esas cosas mientras mis amigos se ponían ciegos a solomillo de boda… El mundo está mal repartido. Porcierto, ¡me debéis alguna foto! Felicidades otra vez Josemi e Ilaz, espero que disfrutarais.
Lo dicho, que esto se acaba, y no sé si esta será la última crónica desde China. Al menos en Washington estaré de vuelta en el mundo 2.0. y podré hacer las entradas en el blog con más facilidad. Un abrazo desde el lejano oriente…